El estudio Horizon Scan de Bioingeniería 2020 resume retos importantes para el futuro desarrollo de la sociedad

¿Qué retos depara el avance de la biotecnología para el futuro de la humanidad? El estudio Bioengineering Horizon Scan 2020, publicado en la revista eLife y que ha contado con la participación de 38 investigadores e investigadoras en 13 países, elabora una lista con los 20 temas más relevantes en el campo de la ingeniería biológica que tendrían impacto en la sociedad a 5 años vista, en un periodo de entre 5 y 10 años, o más allá de los 10. La investigación, además, ha sido adaptada en un cómic con la ayuda del autor Myrto Gkiouli y del artista Efdemon.

Los temas emergentes, identificados por expertos y expertas en diversos campos como la medicina, la botánica o la bioseguridad, incluyen avances innovadores y verosímiles que repercutirían en áreas como el cambio climático, la convergencia tecnológica, las desigualdades, la economía política, la transición del laboratorio a la aplicación de campo, el abuso de la tecnología, o la ética y la regulación. Saber qué riesgos y oportunidades entablan estos asuntos y anticiparse a ellos desde la investigación, la política y la ciudadanía en general es fundamental.

Retos de los próximos 5 años

Debido a los efectos del cambio climático, retos como la adaptación de los cultivos para que estos resistan frente a climas más extremos serán clave en los próximos años y requieren tanto del progreso técnico como de la evaluación atenta de sus efectos en el ecosistema, según apunta el estudio. También los procesos de secuenciación del genoma humano, que ya están ganando mayor accesibilidad, requieren establecer pronto una regulación internacional sobre el uso de la información genética que proteja la privacidad de las personas.

Otras tres cuestiones relevantes en los próximos cinco años serían el avance en el sector biotecnológico debido al desarrollo de los servicios de robótica, automatización e Internet; la creciente influencia de la filantropía en el avance de ciertas áreas de investigación; así como el diseño de proteínas modificadas en base a su posible función, con aplicaciones tanto en medicina como a nivel industrial.

Según la investigación, un mayor o menor éxito dependerá de diversos factores como el establecimiento de directrices para garantizar la innovación responsable y la bioseguridad, o la creación de nuevos modelos de cooperación entre el sector público y privado.  

Destaques entre los 5 y los 10 años

El horizon scan señala la importancia que tomaría la aplicación de la ingeniería genética en la agricultura (por ejemplo, para paliar plagas) que tendrá que preocuparse de mantener al margen los intereses comerciales. El uso de la biotecnología para la descontaminación de suelos a partir de organismos vegetales y microorganismos (fitorremediación) también cobraría relevancia. Pero antes habrá que evaluar la interacción entre especies vegetales y contaminantes, así como del impacto de estos en el medio ambiente.

La creciente confluencia entre el genoma humano y las nuevas tecnologías de computación como el blockchain o el machine learning trae consigo recelo en cuanto a la privacidad de la información genética de las personas y requiere un debate más animado sobre sus implicaciones. En neurociencia, el desarrollo tecnológico de sondas neuronales que amplíen las capacidades sensoriales deberá fijar la atención sobre el uso malintencionado de estos avances. También es el caso de las estrategias de modulación del microbioma aplicadas al sector agrícola, que precisa de una detenida evaluación antes de su aplicación.

Si se consigue superar ciertos obstáculos, el incremento de la medicina personalizada y de las terapias de células; los nuevos modelos de producción farmacéutica más repartidos a nivel geográfico; el desarrollo de vacunas estables y efectivas administradas de forma oral a través de plantas; y el uso de fagos (bacteriófagos) modificados genéticamente como alternativa a la creciente resistencia a los antibióticos, serán otras cuestiones relevantes en un futuro cercano.

Previsiones más allá de 10 años

En más de una década, la expansión de la producción y el uso de nuevos materiales de base biológica que sustituyan, por ejemplo, a los plásticos ganaría mayor relevancia. Los esfuerzos por capturar el carbono también se podrían ver beneficiados en este tiempo de la aplicación de la bioingeniería a la investigación del proceso de la fotosíntesis. Aunque aún es pronto, estas cuestiones necesitarán una fuerte inversión económica y el apoyo de políticas que reduzcan las barreras.

Recientes avances en modificación genética porcina han tenido éxito en la desactivación de retrovirus endógenos que suponen un riesgo en los xenotrasplantes (de una especia a otra). Esto resulta prometedor para el suministro global de trasplante de órganos, pero antes de su comercialización diversos aspectos éticos, sociales y económicos tendrán que ser superados. Aplicada a la botánica, la modificación genética beneficiaría al sector agrícola con el desarrollo de plantas que emiten señales químicas, pero queda por saber cómo influirán en el resto de los cultivos.

A largo plazo también se identifican otras dos cuestiones relevantes que están interconectadas: los avances en neuroquímica relacionados con el desarrollo de fármacos y nootrópicos (potenciadores cognitivos) para mejorar la salud, y la necesidad de establecer marcos legales sobre el uso de estos nuevos métodos de realce cognitivo para reducir los riesgos derivados de ello, por ejemplo, de un uso malintencionado.


Investigadores de la Universidad de Cambridge, la Universidad de Manchester, la Universidad de Bradford, la Royal (Dick) School de Estudios Veterinarios, Cambridge Consultants, la Universidad de Oxford, Rothamsted Research, el Centro de Investigación John Innes, el Instituto Earlham, Arkurity Ltd, la Universidad de Bath, la Universidad de Edimburgo (UK), Ebiosec, Inc, Gryphon Scientific, la Universidad de Massachusetts, Rogue Bioethics, la Universidad Estatal de Carolina del Norte, la Universidad de Standford, iGem Foundation, la Universidad Estatal de Michigan, el Instituto de Tecnología de Georgia (USA), el Hospital Universitario de Enfermedades Infecciosas, la Universidad Católica de Croacia, la Universidad de Rijeka (Croacia), el Instituto de Tecnología King Mongkut Ladkrabang (Tailandia), Ekpa’Palek (Perú), la Autoridad Nacional de Bioseguridad NBA (Zambia), la Universidad de Melbourne (Australia), y la Universidad Qarshi (Pakistán) han contribuido al estudio.

Clarissa Rios Rojas es Research Associate en el Centre for the Study of Existential Risk, University of Cambridge, UK, Directora de Ekpa’Palek, Perú, e investigadora en el estudio.

Marina López Ortega es periodista freelance especializada en ciencia y autora del articulo. Ha publicado para la agencia Sinc y para Europa Press y trabajado como Communication Manager para la asociación Europea eseia y para el JRC de la Comisión Europea.

El cómic del articulo científico ha sido realizado por Myrto Gkiouli y Dimitris Efstratiadis y traducido al Español por Víctor Román y Adrián Díaz.

Bosques de neblina en la región de Ayacucho, no dejemos que se destruyan – AMA QUNQASUNCHU SACHA SACHA SAQÑUNCHIKTA

Al departamento de Ayacucho por sus características climáticas se le considera dentro de la región sierra. Su territorio es atravesado por la cordillera oriental y occidental de los Andes Peruanos. Sin embargo, Ayacucho tiene aproximadamente un 8% de su territorio cubierto de bosques de neblina que juegan un papel importante en la regulación de su clima e hidrología. También gracias a ellos es hábitat de una gran diversidad biológica, ya que forman parte de los hotspot de los Andes tropicales.

Estos bosques son el sustento directo de numerosas comunidades campesinas de la sierra y de la selva que forman parte del Valle del Rio Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM). De manera indirecta estos bosques participan en el ciclo del agua, ya que su ubicación altitudinal entre los 2000 y 3000 metros coincide con la formación de nubes, recibiendo el nombre de “franja de condensación”. El ecosistema es muy particular porque está dominado por especies adaptadas a la alta humedad, árboles que resisten suelos ácidos y pobres, con abundancia de musgos, orquídeas y plantas epífitas que actúan como esponjas de agua reteniendo y liberándola gradualmente de forma que mantiene los niveles de aguas en los ríos muchos meses después de la estación lluviosa.

A pesar de los múltiples bienes y servicios que nos brindan, estos bosques vienen siendo fuertemente impactados por las actividades humanas. La principal causa del deterioro de estos bosques es la deforestación de bosques primarios, la tala, quema y roza para el cultivo ilegal de la hoja de coca, la cual se ha incremento durante el confinamiento por el COVID-19.  Aunque no se cuenta con datos oficiales las visitas de campo muestras huellas de este grave problema

Estos bosques a pesar de los impactos aún resisten; especialmente los bosques que se encuentran en los distritos de Anco, Chungui y Oronccoy.  Estudios realizados desde el 2018 han registrado una riqueza biológica con un listado de 152 especies de orquídeas, 135 de aves, 7 anfibios, 2 reptiles, 30 mamíferos mayores, 11 mamíferos menores. De los registros se puede mencionar que hay especies nuevas, especialmente en orquídeas y anfibios, también especies protegidas por la legislación nacional y tratados internacionales. Destacan las especies endémicas como Oreobates ayacucho, Sturnira nana, Atlapetes melanopsis, Maxillaria haemathodes; especies emblemáticas como el Oso de Anteojos Tremarctos ornatus y el maquisapa Atelles chamek. La presencia de estos mamíferos grandes da indicios del buen estado de conservación de estos ecosistemas. 

Existen iniciativas locales en plantear áreas de conservación, como en la comunidad de Moyabamba que tienen como acuerdo comunal, sellado en acta la propuesta de un área de conservación. El gobierno regional también a través de una Ordenanza N°022-2012-GRA/CR declara de interés regional la Conservación de los bosques de neblina de los distritos de Anco y Sivia. En el 2019 se propuso la creación de la Reserva de la Biósfera Avireri VRAEM donde además de los bosques de neblina de Ayacucho se incluye los bosques de la región de Junín, Cusco y varias áreas protegidas aledañas. Sin embargo, hasta la fecha no se han concretado estas iniciativas. La buena noticia es que todavía estamos a tiempo de protegerlos.

La conservación, investigación y la gestión sostenible de nuestros recursos naturales debe ser una prioridad del actual gobierno, nacional, regional y principalmente local; y no solo en la agenda política sino también en la agenda de investigación de la región puesto que aún es un trabajo pendiente. Es clave crear y generar mecanismos que agilicen y promuevan las áreas protegidas, esto con el fin para garantizar la conservación de estos ecosistemas, su funcionalidad y con ello proteger también la diversidad cultural de prácticas y los saberes ancestrales. Un área protegida es también un espacio vivo para el aprendizaje y la investigación científica básica y puede ser el punto de partida para fomentar negocios sostenibles en torno a la conservación.

Actualmente, la pandemia del COVID 19 y el aún presente cambio climático, nos ha dejado en evidencia la fragilidad de nuestra sociedad, por lo que la conservación de nuestros ecosistemas, su buena salud, su correcto funcionamiento son claves para asegurar un suministro de recursos naturales que será nuestra garantía para responder a los futuras cambios y ser una sociedad resiliente.