¿ Soy la excepción o soy la regla?

Siguiendo con el bloque de artículos relacionados a las razones por las cuales mucha/os Latinos no se desarrollan profesionalmente (o personalmente) decidí escribir acerca de un grave problema en Latinoamérica.

///Contenido toca temas relacionados con agresiones sexuales///


Hay cosas que se te quedan de por vida … ya sea en esa parte de tus memorias que muy rara vez decides visitar o tal vez se quedan en alguna región oscura de tu subconsciente y deciden saludarte de vez en cuando en algún sueño que en principio no tiene sentido.

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En mi caso,  algunos fantasmas vienen a visitarme cuando leo algo en las noticias, veo una película o cuando una de mis amigas comparte su propios fantasmas conmigo… Uno de esos fantasmas me lleva al primer año de secundaria cuando tenia 11 o 12 años. En nuestro salón del colegio teníamos la costumbre de que cuando un profesor/a estaba enfermo/a usábamos la hora libre para conversar acerca de los problemas del salón… quién se había peleado con quién, quién era una problemática… etc. Por alguna razón, yo era una de las que dirigía las reuniones y es por eso que una de mis compañeras se me acercó y me dijo que ella quería contarme algo a mí y no a todo el salón como era costumbre.

Lo que ella me contó aquella vez era de que su primo la obligaba a que lo bese y que a veces la tocaba de manera que ella no quería. Que tenía miedo de contarles a sus papás porque él le había dicho que no lo hiciera y porque creía que sus papas se iban a molestar con ella. Mis memorias se ponen borrosas nuevamente pero creo recordar que le dije que hablara con su mamá y le contara…. ella me dijo que le jurara que no se lo contaría a nadie más…

…y mis memorias se quedan ahí…. no recuerdo si hablamos sobre el tema de nuevo, no recuerdo si le pregunté como le iba, no recuerdo en que año ella dejó el colegio …pero lo que si recuerdo es  que no se lo conté a mi mama, no se lo conté al profesor, no se lo conté a una amiga… no se lo conté a nadie… (¿por qué no se lo conté a nadie?)

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Otra memoria me lleva a mis tiempos de universidad, cuando me tenía que ir desde La San Marcos (mi universidad) hasta la Molina (laboratorio donde hacia mis prácticas profesionales)… era un viaje en bus casi diario de 1-1.5horas …. yo andaba cansada por el trajín y tenía mucho sueño por lo que era normal que cabeceara o me quedara dormida en el bus. En una de esas veces se sentó a mi lado un señor, mientras cabeceaba y trataba de mantenerme despierta sentí como un calor muy fuerte en la pierna, pensé por un momento si era lo que me estaba imaginando … tomé aire ….. y levanté mi mochila rápidamente para ver si era que el hombre que estaba al costado mio tenía su mano en mi pierna. Levanto mi mochila y me doy cuenta que este hombre tenía toda su mano encima de mi pierna y llegaba hasta mis partes privadas. El hombre se paró del asiento inmediatamente y se bajó del bus corriendo. De nuevo… mis memorias se ponen borrosas, no recuerdo si grité, no recuerdo como me sentí después, no sé que paso después durante el día… lo que si recuerdo es que … no se lo conté a nadie … (¿por qué no se lo conté a nadie?)

Más terrible que eso es cuando amigas con las cuales tengo muchos años de amistad me revelan sus propios fantasmas. Una de ellas me cuenta que cuando tenia 11 años se fue a comprar el pan en el barrio de su tía. De vuelta a casa un hombre se le acerca y le dice que lo ayude a darle un regalo a su novia porque su suegra no se lo quiere aceptar y que tal vez ella la puede convencer. Así la lleva debajo de las escaleras de un edificio y le dice que se baje el pantalón, como ella tenía un polo «body» (esos que son como una ropa de baño entera) no la violó, pero sí la hizo hacer otras cosas. Después de finalmente decirle que cuente hasta cien y que no diga nada (porque según él la cortaría con un cuchillo), mi amiga volvió a su casa …. y no le dijo nada a nadie hasta que tuvo 25 años, por miedo y por vergüenza. (¿por qué tuvo vergüenza?)

Mi otra amiga volvía de una fiesta, subió a su edificio y antes de abrir la puerta de su casa un hombre la agarra por el cuello y le dice que se baje el pantalón y que se quede calladita. En medio del pánico mi amiga comienza a hacer todo lo contrario y gritó y se zafó y pidió ayuda a lo que el sujeto salio despavorido corriendo. Una de las primeras cosas que ella se preguntó después del incidente fue: «es mi culpa?»….. (¿por qué fue eso lo primero que pensó?)

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Otra amiga…. en medio del llanto me cuenta que su profesor particular de ciencias la tocaba indebidamente … en su propia casa durante sus clases después del colegio… (¿Qué pasó con el profesor, lo metieron a la cárcel?)

Otra amiga mía …. hace tres años que salía de una fiesta en el país que yo consideraba era el lugar más seguro del mundo (Finlandia) …. fue violentada por dos chicos y violada por uno de ellos….. (¿por qué le dieron solo 3 años de cárcel?)

Con esto ya son cinco amigas (seis conmigo) que han sido víctimas de diferentes grados de agresiones sexuales, lo que me lleva a preguntarme….

…. somos las únicas?

Somos la excepción o somos la regla?

Lo segundo que me pregunto es … por qué no le conté a mi mamá/papá acerca del primo acosador de mi amiga? por qué mi amiga no denunció al hombre que la amedrentó y ultrajó luego de engaños? por qué el profesor que toqueteaba a mi amiga (porque al final se lo contó a sus papás) no está en la cárcel? por qué los papás/mamás son los últimos en enterarse?

Esto es tenebrosamente grave… y estamos fallando en varios niveles, desde por qué niñas y niños no sienten que hechos de esta naturaleza tienen que ser denunciados inmediatamente… hasta por que nuestros gobiernos no tienen mejores sanciones para los agresores sexuales: por qué se tiene que llegar a la violación para que personas sean penalizadas y condenados a prisión?

Necesitamos una re-estructuración de la educación sexual (si es que la hay) en los hogares y escuelas …. y esto va mas allá del de saber usar anticonceptivos, se les tiene que enseñar a que hay varios abusos relacionados al sexo que deben ser denunciados, que no hay que tener vergüenza, que estas malas experiencias tienen que ser atendidas para que no dejen secuelas en el futuro adulto/a, que no hay que tener temor y que la familia, el colegio y la comunidad están presentes para protegerlos….

Como me dijo una de mis amigas, estos perpetradores empiezan así y pronto buscan nuevas cosas para satisfacer sus ansias … cada vez van e irán un poco más lejos. Esto tiene que parar y todos debemos ser continuos vigilantes y estar alertas a que ni una/o más pase por este tipo de experiencias traumáticas. Experiencias que luego repercuten en tu vida amorosa, en tu trabajo, en tus decisiones profesionales, en tu personalidad y finalmente en tu contribución a la sociedad.

Pienso en esto y me pregunto otra vez…. cuántas de mis amiga/os, familiares, conocida/os, colegas, desconocido/as han sufrido experiencias parecidas? Son ello/as parte de la excepción o son parte de la regla? …. Es tiempo de hacer algo y podemos empezar por compartir nuestras historias y concientizar a las jóvenes y niñas a que denuncien estos hechos y hacerles saber que no hay que tener vergüenza ni temor, que no son las únicas a las que les ha pasado y que es tiempo de hacer algo.

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Agradecimiento especial a Karina Huertas Castañeda por las piezas de arte que acompañan este artículo.

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