Los juguetes durante tu niñez, ¿te hacen el adulto de hoy?

A veces me pregunto si los juguetes con los que me hicieron jugar de chica tuvieron algún tipo de influencia en mi carrera profesional o en mis futuras decisiones…

Bueno, hasta donde recuerdo mis padres nunca me compraron ninguna muñeca-bebe (esas que tienes que cambiarles el pañal o darles de comer) y creo que dos Barbies y un Ken fue toda mi colección de muñecas. Lo que si recuerdo (y muy bien) fue cuando me compraron mi kit de Médico, donde tenia mi estetoscopio, mi martillito para chequear los reflejos en la rodillas y mis fichas para recetar prescripciones a mis pacientes. También recuerdo mis rompecabezas, mis libros de cuentos de niños que se iban viajando por todo el mundo y visitaban la Antártica y Europa. También recuerdo mis libros de Charlie Brown donde con los «Peanuts» te explicaban acerca de la cultura en otros países, acerca de animales y grupos humanos en África y Asia.

Ya más grande podía jugar en la computadora, así que los juegos que más recuerdo fueron Príncipe de Persia y Tomb Raider. Me encantaba Lara Craft, era la chica que se iba resolviendo misterios por todo el mundo, era la Indiana Jones que veía en la tele y me encantaba!. También recuerdo que mi dibujo favorito eran los X-men, habían tantos personajes fascinantes de mujeres que me era difícil escoger cual de las mutantes quería ser!

Bueno, no terminé siendo una super héroe pero si estudié acerca de mutaciones y me convertí en una Bióloga Molecular. No me convertí en Médico pero si en una Doctora (PhD). Tampoco me convertí en una Arqueóloga que resolvía misterios por todo el mundo pero sí me convertí en una viajera empedernida y amante de otras culturas. Para colmo de males, a veces cuando hablo con mis amigas y les digo que tienen que ser fuerte les suelto la frase:

» Se como Lara Craft!»

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Hijita de Cecilia juega al Hombre Araña a los 4 años de edad y con los personajes de Dragón Ball  a los 6 años

En conclusión, a nivel personal, creo que los juguetes y libros que nos dan durante nuestra niñez tienen un impacto en nuestras decisiones a futuro. Al parecer, no soy la única que piensa de esa manera y es aquí donde les presento el artículo escrito por Enma Marin, Médico y mentora de Ekpapalek Mujeres; donde nos explica acerca del «por qué compramos carritos a los chicos y muñecas las chicas». 

Finalmente, l@s invito a que se unan a nuestra campana #LosJuguetesNoTienenGénero y nos manden unas fotos a Ekpapalek Mujeres para seguir fomentando que se conversen estos temas.

(https://web.facebook.com/ekpapalekmujeres/)



¿Qué es el género?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) encontramos esta definición:

El género se refiere a las características de las mujeres y los hombres definidas por la sociedad, como las  normas, los roles y las relaciones que existen entre ellos. Lo que se espera de uno y otro género varía de  una cultura a otra y puede cambiar con el tiempo.

http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs403/es/

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El género se refiere a los conceptos sociales de las funciones, comportamientos, actividades y atributos  que cada sociedad considera apropiados para los hombres y las mujeres. Las diferentes funciones y  comportamientos pueden generar desigualdades de género, es decir, diferencias entre los hombres y las  mujeres que favorecen sistemáticamente a uno de los dos grupos.

Cuando venimos al mundo tenemos un sexo asignado: femenino o masculino; salvo en  algunos excepcionales casos que por alguna alteración genética o cromosómica hay un  problema en la “expresión” del mismo sexo y se obtiene un “intersexo”. Pero dejando de  lado estos casos excepcionales, podemos decir que la mayoría de nosotros viene con un sexo  femenino o masculino el cual ha sido determinado por factores genéticos, cromosómicos,  hormonales y ambientales.

Ahora como leemos en el segundo y tercer párrafo, el GÉNERO está definido por las normas y  roles que asigna la sociedad de acuerdo al sexo con el que nacemos, estás varían de acuerdo a  las diferentes culturas y al tiempo.  Por ejemplo en los 40 todas las mujeres debían usar falda, no se concebía una mujer usando  pantalón. Si una mujer usaba pantalón era loca, “ahombrada” o simplemente una persona  fuera de “línea” y no aceptada por la sociedad.

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(Sobrina de Erika juega a operar una retroexcavadora)

Hoy en día las mujeres usamos pantalones,  pantalones cortos, leggings, entre otros. A esto nos referimos que es una norma que puede  variar con el tiempo, y claro con la cultura, pues hay religiones que hasta el día de hoy no  aceptan que las mujeres usen pantalones.  Las normas pueden evolucionar en una sociedad y de esta manera acortar las brechas  entre lo que se considera, hoy, masculino y femenino. Si hoy lo masculino es mandar y ser violento y lo femenino es ser sumisa y recibir órdenes, hagamos que en un futuro, lo «masculino y femenino» se caracterizarse por la toma de decisiones conjuntas sin violencia ni sumisión.

Si el sexo  determina que las mujeres cargamos en nuestros vientres a los hijos por 9 meses, ¿quién  determina que también debemos ser nosotras las únicas encargadas de su crianza? Si el sexo  determina que los cuerpos masculinos tienden a ser más grandes y fornidos, ¿Quién determina que los juegos de alta demanda física son exclusivos para hombres y no para mujeres?

Es obvio que el sexo nos designó algunas funciones muy precisas, pero es la sociedad la que  nos designa e intenta limitarnos a portarnos de una única y excluyente manera. Nosotros  formamos parte de la sociedad y contribuimos al cambio o mantenimiento de estas normas y  reglas, y lo hacemos desde las tempranas edades de nuestros niños, cuando a un niño le  regalamos una pelota y le decimos “Ve y juega en la calle, se un gran futbolista”, y a las niñas  les regalamos muñecas y les decimos “Cuida al bebe”.

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(Hijito de Enma juega a ser chef con sus ollas y sartenes le prepara comida a sus dinosaurios)

Si queremos un futuro donde la crianza de las niños sea responsabilidad compartida, donde las  decisiones más importantes de una sociedad, municipalidad, región o país, se tomen con  consideración y respeto a todos sus habitantes, en donde los derechos sean realmente para  todos; y en donde la persecución de “un futuro mejor” sea posible,

empecemos por hacer  “evolucionar” la manera en que formamos el género en los niños, menos machos mandones y  menos hembras dependientes, formemos hombres y mujeres con responsabilidades  equitativas y que respeten los derechos de sus pares. 

Los niños aprenden desde el juego, siendo la niñez uno de los tesoros más valiosos (sino es el  tesoro más valioso de todos), es nuestra responsabilidad dejarlos aprender y no limitarlos en  su exploración del mundo y de adquirir las capacidades necesarias para ser adultos con  autoestima, que respeten a hombres y mujeres, y que puedan desarrollar sus capacidades al  máximo.

* Foto de portada (Hijita de Mapi juega a ser la jefe de Bomberos)

Agradecimiento especial a Cecilia Lamas, Enma Marin, Erika Cadillo Y Mapi Marquez por donarnos las fotos.