Consejos de una desorganizada para organizar el estudio desde casa, Parte 2

¡La espera vale la pena! Y como no soy la única desorganizada intentando sobrellevar el teletrabajo, he invitado a compartir experiencias de amigas quienes deben enfrentar de diferentes dinámicas de cuarentena. Quiero agradecerles por confiar para compartir sus experiencias, las quiero abrazar a todas y tienen mi apoyo y contención.

Levantarse y mantener tu rutina, separar tu espacio de trabajo/estudio, tener listas de tareas (y dividirlas en mini-tareas) son algunas de los métodos que nos han ayudado a sobrellevar mejor nuestro día a día. De ellas las describí en la primera parte de este ensayo, así que no entraré en detalle en esta entrada.
Recuerda que por sobre otros temas de la pandemia, puedes revisar nuestros boletines anteriores donde hablamos sobre América Latina, la seguridad alimentaria y también manejo de residuos. También sobre información y consejos de cuidado en tiempos de Pandemia, puedes revisar mis redes sociales donde dibujo comics al respecto.

IMG_1968

1. Paremos y re-pensemonos

Soy madre y vivo sola con mi hija, así que ha sido difícil llevar las tareas del hogar en conjunto con el teletrabajo y telecolegio. Me ha ayudado a que mi hija se reúne a diario por videollamada con su mejor amiga y juegan juntas por una hora, por supuesto ambas familias estamos al tanto y así nos apoyamos a la distancia. He aceptado ser flexible con mis tareas a lo largo del día y aceptar esta nueva dinámica. Tener tareas y un horario nos ayudan a ambas a llevar a distribuir las tareas. En general, mi hija hace sus tareas a mi lado mientras yo trabajo, y trabajamos juntas para sus tareas de matemáticas.
Este tiempo en cuarentena me ha ayudado a re-pensar como llevo mi vida y replantearme como estoy educando a mi hija. Desde que mi hija era muy pequeña que he estado estudiando y trabajando sin parar, y hay muchas áreas de su educación que no había podido invertir tanto tiempo como quisiera para estar con ella. Ahora al limitar mi  horario de trabajo, he podido pasar más tiempo con mi hija y disfrutar nuestro diario vivir. Me siento muy bien ya que tengo más control en la educación que ella recibe, puedo ser más consciente de detalles que no hubiera podido ver tan fácil al estar trabajando afuera. Criar un ser humano es una gran responsabilidad, y a veces puedo estar muy cansada, pero debo tomar fuerzas para ser consecuente y ayudarla a crecer. Aunque pueda ser más cansador, a la larga es mucho más llenador poder estar con ella constantemente en sus procesos.
Siento que este periodo ha fortalecido mi relación madre-hija. Aunque en el área laboral no podemos desenvolvernos como quisiéramos y hay una gran incertidumbre, mi prioridad ahora es mi relación con mi familia. Ahora que podemos vernos más horas en el día, podemos también regalonear más, disfrutamos la cotidianidad y me siento mucho más satisfecha con nuestro diario vivir.
Si estamos en casa a salvo, veámoslo como una oportunidad para reforzar lazos con nuestras familias. Alegrémonos de las cosas chicas de la vida, si podemos paremos y veamos las hojas de los árboles, escuchemos a los pájaros y detalles que nos hace feliz. Tomémonos el tiempo para ver que nos hace feliz dentro de nuestras posibilidades.

2. Trabajar y cuidar(nos) es un trabajo en equipo.

Soy madre de tres hijes que van en la escuela y lo que más nos ha ayudado a sido mantener nuestra rutina, tanto para trabajar/estudiar como para descansar y comer. De lunes a viernes mis peques tienen clases online y los tiempos libres lo complementamos con sus tareas, pintamos o cocinamos en familia. Los fines de semana no los trabajamos y descansamos o salimos a jugar, así nuestra mente hace la diferencia.
Este tiempo ha sido desafiante, y mi familia se ha unido y estamos trabajando en equipo para sacar adelante las tareas diarias. Al sentirse parte, mis hijes se están volviendo más autónomes, se entretienen y podemos pasar tiempo juntes. Por ejemplo, me ayudan a pelar fruta, preparan la mesa y bebestibles mientras yo cocino. Invirtamos este tiempo que estamos más en casa para conocernos y cooperar en familia.
En este tiempo paso por altos y bajos, pero llamar a una amiga para conversar y reírnos un rato siempre me ayuda. A veces cuando me siento muy enojada, debo salir al patio y me relajo con un cigarro y videos de tik tok. Aunque a veces quiero salir corriendo porque necesito liberar la energía acumulada! No aguanto tanto sedentarismo, pero utilizo esa energía en cocinar o bailar junto a mis peques. No es fácil, pero apoyándonos como familia estamos en un buen camino”.

3. Re-conocernos en el caos.

Este tiempo ha sido caótico y últimamente he vivido una montaña rusa de emociones. Compatibilizar trabajo, quehaceres del hogar y cuidar a mi hija (aún muy pequeña) ha sido un desafío que me ha hecho sentir mucha presión, que ha gatillado en periodos de depresión y ansiedad, pero estoy trabajando en ello diariamente. Me ha ayudado mucho el definir metas diarias reales y realizables (independientes de las exigidas por el trabajo), la contención familiar ha sido muy importante, y disfruto mucho los tiempos de regaloneos y apapachos. También dedico media hora para estar “yo conmigo”, que aunque suena poco, ha sido muy reponedor.
La cuarentena también nos puede poner más irritables, así que cuando hay dificultades y discusiones, las hemos podido resolver después de tomar distancia y calmarnos.
En estos tiempos de incertidumbre viendo todo desde la cuarentena, es esperable que tú también te puedas sentir abrumade, pero no luches contra ello y mejor intenta tomar este periodo como aprendizaje personal. Los cambios son también una buena oportunidad para reinventarnos y re-conocernos.

4. La soledad como oportunidad de re-conexión

Vivo sola y aunque a veces me siento muy agotada, he podido invertir este tiempo en mi misma. Es crucial priorizar nuestra salud mental e ir a paso lento, asignando momentos para cada acción del día y no sobrecargarse de deberes. Para ello me ha ayudado, por ejemplo, escribir el domingo mi lista de quehaceres semanal. También intento mantener mis horas de comidas, así mantengo mi rutina digestiva y ciclo de sueño. Aunque ha sido difícil no tocar la computadora, defino una hora límite para enfocarme en trabajar y después busco otras actividades para descansar.
He estado cocinando recetas nuevas que han sacado mi creatividad haciendo platos saludables. Realizo rutinas de ejercicio online, como Body balance, que es una combinación entre pilates y yoga. También he estado haciendo jounaling, leer, aprender o mantener un hobbie. He aprendido a ver la soledad de otra manera y he podido conocerme mejor y entender la necesidad de lazos sociales en persona.
No olvidemos que en estos momentos lo más importante es nuestra salud, tanto mental como física. Aunque sea abrumador, este periodo también pasará si nos apoyamos. Quedándonos en casa ayudamos y evitamos que se contagien quienes están en mayor riesgo y reducimos la propagación del virus. Lo que estamos viviendo hoy día nos ayuda a recordar que vivimos en un mundo solidario, aunque no se perciba de esa manera en todas partes, pero el gran esfuerzo que intentamos hacer es nosotres y quienes nos rodean.

5. Teletrabajo familiar

Con mi hija y mi marido al principio fue muy caótico, nos desordenamos mucho ya que yo empiezo a las 7am a trabajar. Para organizarnos somos flexibles e intentamos mantener una rutina. En general, nos repartimos las labores del hogar y tomamos turnos. Solo se puede hacer bien, cuando se comparte.
Mi hija recibe cada lunes su plan de tareas o manuales por parte del colegio, el cual es nuestra base para ver las entregas y definir que trabajos son más prioritarios de terminar. Para aclarar dudas sobre el plan semanal, ella tiene reuniones online con su curso y profesor. Despues de ello, elaboramos nuestro plan de acción para organizar su tele-colegio. Ella prefiere dividir las tareas durante toda la semana y no todas juntas en poco tiempo, así siempre tiene algo que hacer y no se aburre. Por las mañanas, empezamos con tareas livianas que puede hacer sola. Por ejemplo, tiene una cajita con tarjetitas de vocabulario en inglés o puede leer un capítulo de un libro, y al terminar me pide que le tome un examen sobre lo aprendido. Después almorzamos y al rato hacemos otras tareas por otra hora y media juntas. En ese tiempo le hago bromas mientras le explico y ella se ríe y reclama que tiene una mamá loca y le va a comentar a su padre que estoy dando jugo de nuevo.
En general me ha entretenido esta nueva dinámica, pero la semana pasada tuve mi primer bajón. Me sentía exhausta y no tenia energías para trabajar. Yo comparto con diferentes grupos de Facebook de diferentes naciones. Entre ellos, hicimos un video hermoso con amiges y músicos sobre el Salmo 150. Con este video, conocí artistas que ahora sigo en Bandcamp y puedo escuchar su música online y me relaja, me refortalece escucharles. Encontrar música y crear esta red de contactos me ha ayudado mucho a motivarme.
Estamos todes en la misma situación. Yo opté por resignarme y quedarme en casa esperando lo que pasará, no hay más que hacer. No escuchemos las teorías conspirativas sin sentido y mejor busquemos algo que nos haga bien, desde cantar fuerte a rezar. No es fácil esta situación y el bicho nos afecta de diferentes formas, y cada persona es diferente. Si te sientes sobrepasade de estar frente al computador, levántate y haz una pausa para ir a otra parte de tu casa. Quizás en ese rato también encuentras una nueva forma de trabajar o una solución. Deja lo que te abrume al lado, deja para después o mañana. ¡Mañana también es otro día!

6. Validemos nuestros sentimientos

Yo trabajo de psicóloga en un Hospital, así que hacer cuarentena no es una opción para mí. Aunque no es lo mismo que una atención presencial, hemos cambiado nuestra modalidad a entregar apoyo online, por teléfono o texto, así las personas pueden seguir recibiendo apoyo sin salir de sus casas. El servicio de apoyo psicológico entrega además apoyo especial a familias de fallecidos por COVID-19, y también a trabajadores del hospital, porque están viviendo actualmente una gran situación de estrés enfrentando esta pandemia. Aunque la mayoría del trabajo funciona de forma remota, hay situaciones por la cual debemos ir al hospital para atender pacientes. Mi pareja trabaja también en el hospital y entre ambes nos apoyamos para el balance entre casa y trabajo.
Realizar teletrabajo se nos hace difícil, ya que trabajamos por turnos diferentes. A veces me cuesta realizar los quehaceres porque mentalmente estoy haciendo una función de trabajo en ese momento, entonces se mezcla lo hogareño con lo laboral. Al pasar de las semanas, hemos adoptado un mejor ritmo y nos ha ayudado mucho entender que debemos flexibilizarnos durante todo lo que dure la pandemia.
En nuestra región los contagios se han extendido muy rápido, así que también he pasado por momentos donde me siento lábil. Al estar siempre en un estado de alerta y tensión, es esperable sentir desgaste emocional y físico. Me ha ayudado hablar de cómo me siento con mi pareja o círculo de confianza, compartir desde nuestros sentimientos a como nos fue en el trabajo. También hacer cursos o actividades por internet me ha ayudado a sentirme mejor, he podido tomar diplomados o capacitaciones.
El adaptarse a este nuevo sistema es super complejo, así que debemos empatizar con nuestros sentimientos. Si tú estas trabajando desde casa, respeta tus espacios de desgaste emocional, trata de llevar una rutina u horario. Es importante turnarse y repartir tareas si hay más gente en el hogar, especialmente si hay hijes.

Normalicemos los estados emocionales, sin juzgarnos. Es válido que no estemos bien o al 100%. Entendamos que esta no es una situación normal, es una pandemia y está bien permitirse momentos de llanto y ahogo para canalizar esa penita que estamos sintiendo.

Deja un comentario