«¡Editemos el ADN usando tijeras genéticas que se encuentran en bacterias!»
Suena loco, ¿verdad? La mayoría de las ideas brillantes parecen locas al principio, y de repente, un día se vuelven convencionales. La semana pasada se anunció que las académicas Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, pioneras de la revolucionaria edición de genes CRISPR, recibieron el Premio Nobel de Química.
Pocos saben que en el pregrado estudié Química, así que imagina mi emoción cuando me desperté y vi esta noticia. También un dato curioso, mi amigo de Perú, Jorge Bardales, tuvo a la Dra. Doudna como co-advisor en Berkeley en su tesis de doctorado. Hoy, Jorge edita genes para combatir la resistencia a los antibióticos. Jorge es otro académico convertido en emprendedor; uno de muchos que conozco gracias a mi comunidad de GSP❤.
El premio de este año es inusual por varias razones, los premios Nobel generalmente se otorgan por descubrimientos ampliamente aceptados y logros de toda una vida de trabajo. En pocas palabras, décadas después de que se realizase el descubrimiento. Pero CRISPR fue descubierto hace sólo 8 años, y en este corto período se ha vuelto omnipresente en laboratorios de investigación y comerciales en todo el mundo para el desarrollo de nuevos medicamentos y tratamientos con innumerables aplicaciones. En segundo lugar, el premio de Química ha sido otorgado a 186 ‘laureates’ y hasta el año pasado sólo se había otorgado a 5 mujeres, desde 1901!! En tercer lugar, en la historia del premio, este es el primer equipo científico de solo mujeres que lo recibe.
Las doctoras Doudna y Charpentier de la Universidad de California, Berkeley (EE. UU.) y la Max Planck Unit (Alemania), respectivamente, nos recuerdan que vale la pena perseguir y alimentar las ideas locas.
Existe un dicho entre los emprendedores y startups que dice «las grandes ideas no valen nada» … y déjenme decirles, en el tiempo que pasé en Silicon Valley, me molestó la forma religiosa con la que la gente repetía esta frase. ¡Lo entiendo! El sentimiento en el SV siempre es 100% hacia la ejecución de ideas. Pero también entiendo el daño que puede ser para otros ecosistemas tomar esa palabra de SV como la Biblia sobre la innovación. No suscribo a medir el valor de una idea únicamente por su valor monetario y puedo pensar en cientos de razones por las que las exploraciones científicas tampoco deberían hacerlo.
Spoiler: hay mucha sabiduría de startups a las que no suscribo, pero eso se debe a que he visto una gran cantidad de ideas inútiles ejecutadas a la perfección, y de otras valiosas descuidadas por completo.
Suscribo la opinión de Safi Bahcall de que hay «artistas» creativos y «soldados» orientados a la ejecución. Bachall también da ejemplos de ideas que toman tiempo en darse forma y requieren décadas de cuidados. Estas son las que él llama “Loonshots”, las ideas locas detrás de muchas tecnologías indispensables que disfrutamos hoy. Para encontrar más ejemplos de ideas locas y formas de nutrirlas, te invito a que leas esta reseña de su libro Loonshots: Cómo nutrir las ideas locas que ganan guerras, curan enfermedades y transforman industrias.
Así que no descartes ideas locas que aún no se hayan ejecutado. En vez, busca personas y comunidades que te ayuden a nutrirlas. Mi Loonshot es crear una comunidad de especialistas que trabajan en la intersección de la ciencia, tecnología y políticas.
¡Y un salud por seguir y cultivar ideas locas, juntos!
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Original en ingles: https://www.sfalconiglobal.com/entrepreneur-wisdom
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