Todo empieza cuando tuve sed.
Tuve sed de seguir creciendo, de concretar los sueños que tenía en mente aprendiendo de mis miedos y descubriendo mis pasiones.
Es cierto cuando dicen que todo cambia cuando decides dar el primer paso que no necesariamente te llevan a donde quieres llegar pero decides dejar a un lado tu zona de confort y eso es lo más importante y el inicio de un camino de superación. Quizá no veamos con claridad el futuro pero el trabajar en uno mismo cada día hace que estemos cada vez más cerca de cumplir nuestros sueños.
Todo esto aprendí cuando tuve la oportunidad de conocer a Alessandra Romero.
¿Cómo llegué a ella? Como les dije todo empieza cuando tuve sed, y fue así que decidí ir en búsqueda de personas que de acuerdo a su experiencia podrían orientarme sobre el camino que siguieron para llegar al lugar donde se encuentran, me inspiró mucho el testimonio de Alessandra en un post de Ekpa’palek.
La razón fue esa, no para hacer lo mismo que ella porque considero que cada uno construye su propio camino, sino para darme cuenta que no todo es fácil si uno sueña alto, y para ello se requiere esfuerzo, coraje y paciencia.
Ella continuaba haciendo su doctorado en Liverpool en el 2019, a pesar de la diferencia de horario usábamos gmail y también skype para nuestras sesiones de mentoría. Antes de ello yo le envía preguntas puntuales por gmail de lo que quería hablar ese día para una mejor mentoría, ella salía de trabajar del laboratorio, me escribía camino a casa y nos conectabamos.
Con ella aprendí a ser más decidida y vencer mis inseguridades de realizar una pasantía, con sus tips de redacción me ayudó a solicitar pasantías por contacto, siempre estaba atenta a cada respuesta que tenía por parte de los doctores de los laboratorios y así fue que pude lograr realizar una pasantía para recibir entrenamiento en Microbiología en la Universidad Cayetano Heredia.
La microbiología es una de las ramas que me apasionan así que no dudé en aprovechar al máximo mis vacaciones, invirtiendo mi tiempo en largas horas en el laboratorio. Esto me ayudó mucho porque pude conocer el tipo de investigación que realizaban, y debido a que estaba desarrollando más mi experiencia práctica, eso me dió un plus cuando llevé el curso en la universidad. Alessandra también me explicaba la importancia de generar un networking (red de contactos) y me orientaba a definir mejor mis perspectivas sobre el rubro de investigación donde quería dirigirme.
Lo que más me marcó de nuestras mentorías fueron sus consejos sobre la importancia de reconocer mis habilidades y no esconderlo, sino todo lo contrario, poder trabajar en ello y darlo a conocer porque todo eso es valorado por profesores e investigadores que te pueden brindar oportunidades por el interés que generes en tu trabajo y eso es parte de vencer muchas veces la timidez que podemos tener en pre grado.
Aplicando cada consejo que me daba pude llevar por primera vez una de mis investigaciónes( en la que continúo trabajando aún) a un Congreso Científico Interacional. Fué un poco duro porque tuve que viajar sin compañía de mis padres y defender mi tema de investigación en frente del público y de investigadores de otros países. Ahí aplique todo lo que me transmitía mi mentora sobre ser una persona determinada y la importancia del networking con investigadores mexicanos que mostraron interés en el rubro que estaba trabajando sobre modelos matemáticos y biología de sistemas. Eso hizo que me seleccionen para desarrollar un proyecto de investigación, el cual se ha convertido en mi tesis.
A veces uno cree que lo más importante es llegar al final del camino y obtener ese resultado, sin embargo cuando postulé a una beca para Brasil me dí cuenta lo contrario. Lo importante es disfrutar del camino porque es ahí donde aprendes mucho más. Tuve pocos días para postular a la beca, yo me había enterado porque un profesor me animó a postular faltando pocos días a que cierren la convocatoria. Le comenté a Alessandra y me ayudó a redactar mi personal statement (carta de intención) …. yo estaba en semana de finales y mi mentora con arduo trabajo en laboratorio… fueron días con mucha carga académica y laboral para ambas, pese a ello me envíaba las correcciones que tenía que hacer en mi redacción, sobre mi cv, y más.
Aunque no logré ganar la beca, no me he desanimado, y eso me hizo comprender Alessandra cuando tuvimos la oportunidad de conocernos en persona cuando regresó de Liverpool y pudimos sentarnos a tomar un café y un helado conversando los planes que teníamos cada una, nuevamente me dejó en claro la importancia de creer en mí misma y lo que puedo lograr si me enfoco y continúo trabajando en lo que me apasiona.
Las mentorías acabaron el año pasado con ella pero me llevo un grato recuerdo de todo lo aprendido incluyendo un poco de repostería que una vez Alessandra me mostró previas a nuestras sesiones porque no todo son estudios y trabajo sino también hay que darse tiempo para ser felices de diferentes manera como realizar un delicioso pan hecho en casa y disfrutar.
Finalmente agradezco al programa Ek’papalek por el gran trabajo que realizan para impulsar el desarrollo profesional de los estudiantes latinoamericanos. ¡Lo disfruté mucho!
Vanessa Anton Muñoz
Ekpa'palek: Empoderando Latino/as 