Vidas con Propósito: Crecer y compartir

El camino a crecer nunca es fácil, hay que ser perseverante y no decaer. Pero apoyándonos en comunidad es que podremos seguir floreciendo. En esta oportunidad, les cuento mi experiencia como Mentee del programa de mentorías profesionales Ekpa’palek y les invito a seguir buscando oportunidades para seguir creciendo.
¡Muchas gracias por la oportunidad de compartir mi historia en su blog!

Direcciones en la vida hacia la vocación

Mi alma humana es el director musical que entona la melodía de mi cuerpo físico, va uniendo acordes y me lleva a saber que estoy en este tiempo, en este espacio y que tengo fecha de caducidad. Sin embargo, en muchas ocasiones me preguntaba para qué nací y por qué estoy aquí. Con el tiempo he tenido la oportunidad de conocer otras perspectivas y he podido reflexionar sobre mi objetivo. Llegué a descubrir cuál era mi propósito de vida, entendiendo cómo funciona la creación y es que en la naturaleza todo está en función de los demás. Por ejemplo; el oxígeno da vida, el agua da vida, las plantas alimentan a los animales y a nosotros. Los seres humanos en su mayoría pensamos que venimos a esta vida para satisfacer nuestras propias necesidades y deseos, y es que muchas veces creemos que la naturaleza estará al servicio de los demás. Lo esencial para propagarse, es ver individuos dispuestos a tener éxito en la vida.
En el lugar donde yo crecí, la falta de apoyo para acceder a educación era notoria. Conocí a muchos niños y niñas que no podían estudiar debido a la escasez económica que presentaban, incluyéndome.  Es por ello por lo que desde muy pequeña he brindado apoyo a vecinos y vecinas en sus tareas escolares y al ver su alegría entendí que el servicio a la comunidad es mi mayor inclinación. Si bien es cierto, cuando éramos pequeños nos podía hacer feliz el obtener una buena calificación en un examen, pero para mí eso no bastaba. Me alegraba cada vez que a mi casa venían vecinos buscando ayudarles con sus dudas en el curso de Matemáticas. En ese momento comprendí que siempre habrá alguien que podrá necesita de tu ayuda, y que siempre se podrá hacer algo por apoyarle. En esa etapa de mi vida descubrí que dejar circular esta energía vital dentro de cada ser, es aquello que la vida a nuestro ser: el servicio.
El hecho de saber que nací para servir es la respuesta al por qué estudio Ingeniería Industrial. Al encontrar mi vocación logré descubrir que debemos tener en cuenta a las personas que nos rodean, ellos son una prioridad mayor que solo distribuir bienes o servicios en una empresa. Tanto como en la calidad de producto que vas a ofrecer, el impacto que generará al medio ambiente, la protección que quieres brindar al consumidor, pero sobre todo que es lo que tu compañero de trabajo necesita de ti. A lo que llamaría trabajar para mejorar la calidad de vida de las personas y familias, comunidades y el planeta.

Buscando oportunidades, experiencia en Ekpa’palek

Como todo estudiante universitario en formación busqué mejores oportunidades para el desarrollo de una destacada carrera profesional. Por lo mismo, esto para mí era un sueño el poder lograrlo. Sin embargo, todas las becas requieren tiempo de preparación, quizá este sea un factor por el cual muchos desistan en intentarlo, además de cumplir con el perfil solicitado o tener los documentos al día. Presentarme a la beca Alianza del Pacífico, significaba una gran coyuntura de obtener nuevos valores, conocimientos, pero sobre todo en generar nuevas oportunidades para el desarrollo educativo e integral de las personas, hacer que jóvenes como yo noten en mí un aliado incondicional en impulsar iniciativas para el crecimiento de nuestro país. Pero como en todo proceso no siempre tienes las respuestas a todo lo que te piden estos programas, es por ello que, gracias a una amiga, supe del programa de mentorías de Ekpa’palek. Gracias a mi mentora, Alexa Garín, aprendí a redactar mejor, a buscar más oportunidades, a ponerle más perseverancia a lo que se hace. Los días que conversaba con ella, eran muy enriquecedores y llenos de aprendizaje tanto para mi educación como mi formación personal. Siempre tan dispuesta y paciente en las mentorías, me llena de dicha saber que pudimos entablar una relación amical más que educativa, considero que lo que ella hace por los demás debe ser reconocido y espero más personas puedan saber de ella. Después de tanto esmero, sumado a las horas dedicadas, logré presentar todo lo solicitado. A pesar de no encontrarme dentro de los seleccionados a irse de intercambio académico, la satisfacción de haberlo intentado fue inmensa. Este resultado me ha llenado de aprendizaje que usaré para nuevas postulaciones.

Sigamos creciendo

» Aunque no veas un cambio grande tan pronto como lo esperas, aunque tengas la percepción de que has luchado tanto por nada, continúa confiando. Siempre habrá alguien que estará agradecido contigo por haber sido de ayuda en su vida educativa, es por esto que nunca dejaré de seguir aprendiendo para seguir compartiendo».

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